Educar la mente sin educar el corazón no es educar en absoluto. Aristóteles

El nuevo paradigma que estamos viviendo sobre la educación es muy innovadora, el paradigma utilizado por los maestros genera un gran impacto en cada uno de los estudiantes, el modo de aprender de las nuevas generaciones es muy diferentes a las anteriores generaciones.

Al igual que sucede con cualquier aprendizaje, las emociones determinan nuestra manera de afrontar los distintos problemas que se nos presenta en nuestra vida. Emoción, pensamiento y acción son tres factores muy relacionados, pues están presentes en la vida cotidiana. La Educación Emocional es una innovación educativa que se justifica en las necesidades sociales, la finalidad es el poder desarrollar las competencias emocionales para que contribuyan a un bienestar personal y social.

La Educación Emocional es una estrategia de promoción de la salud que busca mejorar la calidad de vida de las personas mediante la dinamización de habilidades emocionales. Se trata de educar desde y para la salud, buscando esparcirla y fortalecerla, cuyas técnicas son de baja complejidad, y por tanto de fácil y económica implementación, la educación emocional sigue siendo una metodología eminentemente práctica (dinámica de grupos, autorreflexión, razón dialógica, juegos, etc.) con el objetivo de favorecer el desarrollo de competencias emocionales como las siguientes.

CONCIENCIA EMOCIONAL, consiste en conocer nuestras propias emociones y de las demás personas, esto lo conseguimos mediante la comprensión de la diferencia de pensamientos, acciones y emociones.

REGULACIÓN DE LAS EMOCIONES, es un elemento muy esencial de la educación emocional,la tolerancia a la frustración , el manejo de la ira, las habilidades de afrontamiento en situaciones de riesgo, el desarrollo de la empatía ,etc.

MOTIVACIÓN,esta relacionada con la emoción, la puerta de la motivación hay que buscarla a través de la emoción, a través de esta vía se puede llegar a la automotivación y que abre camino hacia la actividad productiva por propia voluntad.

El investigador en neurociencia Francisco Mora asegura que el elemento esencial en el proceso de aprendizaje es la emoción porque sólo se puede aprender aquello que se ama, aquello que le dice algo nuevo a la persona, que significa algo.Pero, ¿cómo reconocer e identificar cuál es ese camino o eso que amo hacer en la vida? Escuchando al corazón, “el camino hacia tus objetivos está señalizado por dentro”. No es lo que papá, mamá o la sociedad espera de usted, sino lo que dicta tu corazón. Tampoco se trata de guiarte por los resultados del test vocacional de los psicólogos que dicen “usted tiene una gran inteligencia lógico-matemática, por lo cual deberías dedicarte a las ciencias ” Sí, está bien, seguro tiene esas habilidades, pero la felicidad no surgirá por hacer algo mejor que otros, sino, insisto, en hacer lo que ama. En este sentido el zorro le enseñaba al Principito “no se ve bien si no es con el corazón, pues lo esencial es invisible a los ojos”. Lo esencial –lo que nos hace autenticamente felices-, no lo percibimos con los sentidos, sino con las emociones. Son cada una de las emociones las que nos informan donde está y donde no, la senda correcta hacia la auto-realización personal.

Estoy convencido de que en el mundo necesitamos más personas que amen lo que hacen, y no que busquen tener más. Porque cuando encontramos eso que amamos hacer en la vida, nos movemos con una entrega infatigable y apasionada, que en sí misma es profundamente gratificante, y que además, por si fuese poco, trae la consecución de objetivos deseados. 

Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.  Benjamín Franklin